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CÁNCER

Signos y síntomas del cáncer de sangre

Jorge

El cáncer de sangre -también llamado cáncer hematológico- es un grupo de cánceres que se desarrollan cuando células sanguíneas anormales (cancerosas) crecen de forma incontrolada. Las células sanguíneas desempeñan funciones importantes, como transportar oxígeno a los tejidos, evitar hemorragias y ayudar a combatir las infecciones. En el cáncer de sangre, las células sanguíneas cancerosas afectan a la producción y el funcionamiento de las células sanguíneas sanas normales, lo que puede provocar síntomas como fiebre, fatiga e infecciones frecuentes.

Existen tres tipos de cáncer de la sangre: la leucemia, el linfoma y el mieloma. Algunos cánceres de la sangre se desarrollan lentamente, por lo que los síntomas suelen aparecer gradualmente y empeorar a medida que avanza la enfermedad. Otros cánceres de la sangre son de crecimiento rápido, y los síntomas pueden desarrollarse repentinamente y empeorar con rapidez.

Cabe señalar que algunos síntomas del cáncer de sangre pueden confundirse a menudo con afecciones menos graves, como la gripe. Por este motivo, los profesionales sanitarios suelen detectar el cáncer de sangre en fases avanzadas, cuando la enfermedad ha progresado y es más difícil de tratar. Sin embargo, conocer las señales de advertencia puede ayudarle a ponerse en contacto con un proveedor de atención sanitaria lo antes posible y comenzar antes el tratamiento.}

Tipos de cáncer de sangre

La leucemia, el linfoma y el mieloma son los tres tipos más comunes de cáncer de la sangre. Cada uno de ellos afecta a distintos tipos de células sanguíneas:

  • Leucemia: Se desarrolla cuando los glóbulos blancos anormales crecen de forma incontrolada, lo que puede afectar a la producción de glóbulos rojos y plaquetas.
  • Linfoma: Afecta a los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco que ayuda al organismo a combatir las infecciones. Cuando los linfocitos cancerosos crecen de forma incontrolada, se acumulan en los ganglios linfáticos y tejidos del cuerpo y alteran la función del sistema inmunitario.
  • Mieloma: Ataca a las células plasmáticas, que son glóbulos blancos que producen anticuerpos para combatir infecciones y enfermedades. Las células plasmáticas anómalas afectan a la producción de anticuerpos, lo que debilita el sistema inmunitario y aumenta el riesgo de infección.  

Síntomas comunes 

Aunque la leucemia, el linfoma y el mieloma afectan a diferentes células sanguíneas, cada una de estas enfermedades presenta algunos síntomas comunes:

  • Fatiga: Uno de los signos más tempranos y comunes del cáncer de la sangre es la fatiga persistente que no mejora con el reposo.
  • Infecciones frecuentes: El cáncer de sangre afecta a la función y la producción de glóbulos blancos que ayudan a combatir las infecciones, lo que hace que las personas con cáncer de sangre sean más susceptibles a infecciones recurrentes, como el resfriado común y la gripe.
  • Moratones y hemorragias inusuales: Estas enfermedades pueden alterar la capacidad del organismo para producir plaquetas normales, que ayudan a que la sangre coagule correctamente. En consecuencia, las personas con cáncer de la sangre suelen tener hematomas con facilidad o sufrir hemorragias prolongadas por pequeños cortes o rasguños.  
  • Sudores nocturnos: La sudoración excesiva por la noche es frecuente en las personas con cáncer de la sangre. La sudoración puede ser tan intensa que empapa el pijama o las sábanas, lo que a menudo puede interrumpir el sueño. 
  • Fiebre persistente: La fiebre es frecuente en las personas con cáncer de sangre. Las investigaciones sugieren que puede ser un signo de inflamación relacionada con el cáncer o deberse a las toxinas liberadas en la sangre por las células cancerosas.
  • Pérdida de peso involuntaria: Las personas que padecen cáncer de sangre suelen informar de una pérdida de peso significativa e inexplicable.

Síntomas de la leucemia 

La leucemia se debe a la rápida producción de glóbulos blancos anormales en la médula ósea. Las células cancerosas dificultan al organismo la lucha contra las infecciones y afectan a la producción de glóbulos rojos y plaquetas sanos. Existen dos tipos de leucemia: aguda y crónica. La leucemia aguda es un cáncer de crecimiento rápido, y los síntomas pueden aparecer de repente, mientras que los síntomas de la leucemia crónica pueden tardar años en aparecer.

Síntomas de la leucemia aguda

Los síntomas de la leucemia aguda se desarrollan rápidamente y pueden incluir:

  • Fatiga 
  • Infecciones frecuentes
  • Fácil aparición de hematomas o hemorragias
  • Petequias (pequeños puntos rojos bajo la piel)
  • Encías sangrantes
  • Pérdida de apetito 
  • Menstruaciones más frecuentes o sangrado menstrual abundante
  • Ganglios linfáticos inflamados o sensibles
  • Hemorragias nasales abundantes o frecuentes 
  • Sudores nocturnos
  • Piel pálida 
  • Pérdida de peso inexplicable 
  • Sensación de plenitud o malestar debajo de las costillas. 
  • Fiebre

Síntomas de la leucemia crónica

Los síntomas de la leucemia crónica progresan lentamente. Los glóbulos blancos cancerosos pueden no causar síntomas durante años, pero a medida que la enfermedad progresa, puede experimentar síntomas tales como:

  • Fatiga
  • Anemia (recuento bajo de glóbulos rojos)
  • Falta de aliento durante la actividad física 
  • Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello 
  • Fiebre baja
  • Sudores nocturnos 
  • Bazo agrandado
  • Plenitud o molestias debajo de las costillas
  • Infecciones frecuentes de piel, pulmón o riñón

Síntomas del linfoma 

El linfoma es un tipo de cáncer de la sangre que afecta principalmente al sistema linfático, una red de vasos y glándulas que ayuda al sistema inmunitario a combatir las infecciones. Existen dos tipos principales de linfoma: el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin. 

Síntomas del linfoma de Hodgkin 

El síntoma más frecuente del linfoma de Hodgkin es la presencia de uno o más ganglios linfáticos inflamados (indoloros) en el cuello, el pecho, el abdomen, la axila o la ingle. Otros signos y síntomas del linfoma de Hodgkin son:

  • Fatiga
  • Tos
  • Falta de aliento 
  • Picor en la piel, especialmente después de ducharse, bañarse o consumir alcohol. 
  • Dolor en los ganglios linfáticos después de beber alcohol 
  • Dolor abdominal o sensación de plenitud por debajo de las costillas 

Ciertos síntomas del linfoma de Hodgkin se denominan "síntomas B", que pueden ayudar a determinar la gravedad de su afección y el estadio del linfoma en el que se encuentra. Los síntomas pueden incluir:

  • Sudores nocturnos empapantes 
  • Pérdida de peso inexplicable de más del 10% del peso corporal en seis meses o menos. 
  • Fiebre persistente 

Síntomas del linfoma no hodgkiniano 

El linfoma no hodgkiniano (LNH) suele desarrollarse en los ganglios linfáticos y los tejidos linfáticos del estómago, los intestinos o la piel. La mayoría de las personas con LNH tienen uno o más ganglios linfáticos inflamados en la axila, el cuello o la ingle. A veces puede aparecer un ganglio inflamado en el codo, las orejas o la garganta, cerca de las amígdalas. 

Otros síntomas comunes del linfoma no Hodgkin son:

  • Sudoración nocturna excesiva
  • Fatiga crónica 
  • Fiebre inexplicable
  • Tos
  • Dolor torácico
  • Pérdida de apetito 
  • Dolor abdominal, hinchazón o sensación de plenitud
  • Picor en la piel 
  • Erupciones o bultos en la piel 

Síntomas del mieloma 

El mieloma -también llamado mieloma múltiple- es un tipo de cáncer de la sangre que afecta a las células plasmáticas de la médula ósea. Las células plasmáticas son un tipo de glóbulos blancos que producen anticuerpos, que el organismo utiliza para combatir las infecciones. Las células del mieloma desplazan a las células sanguíneas sanas de la médula ósea, provocando lesiones óseas o fragilizando los huesos. Los signos más frecuentes del mieloma son.

  • Dolor óseo, generalmente en la espalda, las caderas y el cráneo. 
  • Dolor, debilidad o fracturas en los huesos, a veces a causa de lesiones leves. 
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Infecciones frecuentes, especialmente respiratorias (por ejemplo, resfriado común).
  • Dolor de espalda intenso y repentino 
  • Fácil aparición de hematomas y hemorragias
  • Hemorragias nasales
  • Encías sangrantes
  • Visión nublada 
  • Entumecimiento o debilidad en las piernas 

A veces, el mieloma provoca hipercalcemia, es decir, altos niveles de calcio en la sangre. Esto puede ocurrir debido a la descomposición de los huesos. Como resultado, la hipercalcemia puede causar los siguientes síntomas:

  • Sed extrema
  • Aumento de la micción 
  • Deshidratación 
  • Estreñimiento severo 
  • Dolor abdominal 
  • Pérdida de apetito 
  • Somnolencia
  • Confusión 

El mieloma también puede causar una acumulación de proteínas de mieloma en la sangre, lo que provoca daños renales y afecta a la capacidad de los riñones para eliminar el exceso de sal, líquido y residuos. Cuando esto ocurre, las personas con mieloma pueden experimentar síntomas como:

  • Picor
  • Falta de aliento
  • Calambres musculares
  • Náuseas
  • Pérdida de apetito 
  • Problemas para dormir
  • Pies, tobillos y piernas hinchados

Síntomas en los niños 

Aproximadamente el 5% de todos los casos de cáncer de la sangre afectan a niños y adolescentes menores de 20 años. La leucemia y el linfoma son los cánceres más comunes que afectan a los niños, y representan casi el 38% de todos los diagnósticos de cáncer entre los jóvenes. El mieloma múltiple es poco frecuente en niños, adolescentes y adultos jóvenes; sólo el 0,3% de todos los casos afecta a personas menores de 30 años.

Los síntomas de la leucemia infantil pueden incluir:

  • Piel pálida 
  • Sensación de cansancio o debilidad 
  • Falta de aliento durante el juego 
  • Fácil aparición de hematomas o hemorragias, incluso después de heridas leves 
  • Hemorragias nasales frecuentes 
  • Dolor o hinchazón abdominal
  • Dolor óseo o articular 
  • Fiebre sin otros síntomas
  • Infecciones frecuentes o recurrentes 
  • Falta de apetito
  • Pérdida de peso

Los síntomas del linfoma infantil pueden incluir:

  • Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello, la parte superior del pecho, las axilas o la ingle.
  • Fatiga 
  • Dificultad para tragar
  • Sudores nocturnos
  • Fiebre persistente e inexplicable
  • Falta de apetito
  • Pérdida de peso 
  • Picor en la piel 
  • Dolor abdominal
  • Tos crónica
  • Falta de aliento

Cuándo ponerse en contacto con un profesional sanitario 

Muchos síntomas del cáncer de sangre reflejan síntomas de otras enfermedades, por lo que resulta difícil saber cuándo debe ponerse en contacto con su proveedor de atención sanitaria. Consulte a su médico si los síntomas persisten, empeoran o si nota cambios significativos en el funcionamiento o las sensaciones de su cuerpo.

Aunque puede resultar abrumador pensar en enfrentarse a un posible diagnóstico de cáncer, con un diagnóstico y un tratamiento precoces, la mayoría de las personas con cáncer de sangre entran en remisión y viven una vida larga y sana.

Preguntas a su proveedor

Antes de visitar a su profesional sanitario, anote sus preguntas e inquietudes para llevarlas a la cita. Estas son algunas preguntas que puedes plantearte:

  • ¿Existe la posibilidad de que mis hematomas, hemorragias y fatiga sean consecuencia de otro trastorno sanguíneo?
  • ¿Qué pruebas pueden ayudarme a obtener un diagnóstico adecuado?
  • ¿Cuánto tardarán en llegar los resultados?
  • Si me diagnostican cáncer de sangre, ¿cuándo puedo empezar el tratamiento?
  • ¿Con qué tipo de especialistas trabajaré si me diagnostican un cáncer de sangre? 

Un repaso rápido 

El cáncer de sangre es un término general para los cánceres que se originan en la médula ósea o en las células sanguíneas. Existen muchos tipos de cáncer de sangre que se engloban en tres tipos principales: leucemia, linfoma y mieloma. Los síntomas del cáncer de sangre varían en función del tipo de cáncer que se padezca y de la gravedad o progresión de la enfermedad. Los síntomas más comunes son fatiga, facilidad para la aparición de hematomas y hemorragias, infecciones frecuentes, pérdida de peso inexplicable y sudores nocturnos.

Si tiene síntomas de cáncer de sangre, acuda rápidamente a un profesional sanitario. Un diagnóstico precoz suele ofrecer más opciones de tratamiento, lo que contribuye a mejorar las probabilidades de recuperación.

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